Los garabatos ya pueden desvelar algunos
rasgos de la personalidad del niño
Es, sin embargo, con más de 5 años cuando
proyectan emociones en el papel.
Muchos padres guardarán con ilusión el
primer garabato de su hijo [no tanta si lo hizo sobre el sillón o la pared de
casa]. Pero esos primeros trazos alocados que los niños comienzan a hacer sobre
el año y medio, y sobre todo los dibujos que vendrán después, representan algo
más que un bonito recuerdo. Esos humanoides, esa casa o ese árbol que asoman
sobre el papel que él le enseña con entusiasmo le abren de par en par una
ventana al mundo interior del pequeño.
¿En qué orden ha dibujado a los miembros de
su familia?, ¿dónde?, ¿a qué tamaño? ¿Cómo es el hogar que ha pintado? Sus
puertas y ventanas... ¿están abiertas o cerradas? ¿Hay algún camino? ¿qué
colores utiliza?... Las respuestas a éstas y otras preguntas le darán
numerosas pistas sobre la personalidad de su hijo, de qué siente junto a su
familia, de cómo se relaciona con el mundo e incluso de si tiene algún conflicto
emocional que no sepa explicar.
"El dibujo es un método fantástico de
primera aproximación. A un niño pequeño no les puedes decir que te cuente su
vida, así que utilizamos los métodos indirectos y uno de ellos es el dibujo. Él
lo vive como algo relajante, poco intrusivo y se puede deducir desde el
temperamento hasta cosas que está sintiendo o por las que está pasando y
que no es capaz de expresar con palabras", explica Sergi Banús Llort,
psicólogo clínico infantil, autor de la web Psicodiagnosis.es, donde
explica con detenimiento cómo interpretar los dibujos infantiles aunque esta
labor, advierte a los padres, es recomendable que sea realizada por
especialistas para no sacar conclusiones precipitadas y erróneas.
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Los primeros garabatos
Para descifrar, siempre con cautela, los
secretos emocionales que esconden esos trazos habrá que esperar a que los niños
tengan unos cinco o seis años, aunque en los más pequeños también se puede ir
deduciendo algún rasgo de su temperamento observando estas primeras incursiones
en el mundo del arte.
En esta etapa, los padres deben prestar
atención a varios aspectos:cómo coge los lápices (una presión excesiva
puede ser un indicador de tensión); si disfruta o no de la actividad (el
hecho de que a un niño le guste dibujar, es un buen indicador de la capacidad
de aprendizaje posterior); el espacio (ocupar todo el folio se asocia
a confianza y seguridad y si los garabatos son pequeños reflejan timidez,
retraimiento, introversión); el trazo (si es firme demuestra muchas
ganas de explorar pero si se efectúa con exceso de presión o velocidad puede
indicar cierta impulsividad o falta de control) y los colores que utiliza (si
es creativo cogerá muchos lápices; el niño tranquilo coloreará de forma más
exacta).
Emociones a flor de piel
Los niños con cinco años conocen ya
perfectamente su propio cuerpo y son capaces de trasladar ese esquema a un
folio en blanco. Ese humanoide de enormes cabezas y piernas que hacía con tres
y cuatro años 'muta' hacia un ser humano propiamente dicho que nos podrá
revelar ya con más intensidad las emociones de nuestro pequeño 'picasso'. El
dibujo ya está consolidado y aparecen en él escenas que pueden corresponder o
no a su vida real pero el niño ya proyecta su personalidad y sus
sentimientos: cada elemento que utiliza y cómo lo utiliza da una clave en
función de lo que representa para él.
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El niño habla de sus dibujos con
naturalidad, como si fuera un juego, y precisamente por ello, por la valiosa
información que aportan y porque se trata de un método poco intrusivo, los
psicólogos infantiles suelen recurrir a ellos como herramienta diagnóstica. El
más utilizado es el test
HTP (House, Tree, Person), que consiste en pedir a los niños que dibujen
una casa, un árbol y una figura humana. Estas pruebas, que se complementan con
el 'retrato' de una familia, se analizan de forma conjunta y no
individualmente. Y nunca puede considerarse certezasporque hay que tener
en cuenta muchos factores: cómo es el niño, su edad, el entorno y sus
experiencias vitales.
Asimismo, "para hacer un buen
diagnóstico hay que observar la trayectoria del dibujo y tiene que haber
un cambio relevante", explica María Luisa Ferrerós, psicóloga y autora del
libro 'Abrázame, mamá', donde da claves a los padres para la interpretación de
los dibujos y el desarrollo de la autoestima infantil. Por ejemplo, explica, si
de un día para otro sus figuras se reducen a la mínima expresión puede ser que
esté sufriendo una depresión, pero si siempre las ha pintado es que tiene un
carácter pesimista o introvertido.
En líneas generales, cuando el niño dibuja
a su familia suele retratar primero a la persona con la que tiene un mayor
vínculo emocional, la hará más grande que al resto y adornará su cara con una
amplia sonrisa. "Las figuras juntas representa proximidad, armonía
familiar. Si están sueltas, se está mostrando algún tipo de distancia afectiva,
emocional. Cuando siente rechazo hacia algún miembro de la familia lo pintará
más alejado y si percibe el entorno como inestable o le produce dolor, decide a
veces no pintarse a él mismo", explica este psicólogo catalán.
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El árbol se interpreta como la
proyección del propio yo y la apariencia del tronco, su grosor, color o
tamaño, nos da pistas de la percepción que tiene de sí mismo. "Un niño
introvertido haría una copa pequeña, uno extrovertido, grande y uno agresivo
con pinchos. Las raíces son lo que te conecta con tu familia. Si no hay raíces,
el árbol es inestable en la base o no hay tierra, quizás el niño perciba poca
comunicación en la familia", explica Llanús.
En su libro, Ferrerós resume los
"signos negativos" en estos particulares dibujos de naturaleza:
"un árbol demasiado pequeño, sin copa o con raíces, desproporcionado o
extraño. Si es excesivamente grande muestra cierta tendencia a desafiar las
normas y cuestionar la autoridad". Los positivos son "una copa más
grande que el tronco (tiene una gran imaginación), colores adecuados, frutos o
animales". Cuánto más típico es el árbol, más socializado está el niño.
En su amplia experiencia con menores bajo
custodia de la Generalitat de Cataluña con graves problemas afectivos por
situaciones de abandono o por haber crecido en el seno de familias
desestructuradas, Sergi Banús ha podido observar que en la inmensa mayoría de
los dibujos de estos niños -y por extensión en los de otros con similares
carencias-exteriorizan ese vacío emocional dibujando un agujero en medio del
tronco. No obstante, que no cunda el pánico si usted encuentra un árbol de
estas características en la carpeta escolar de su hijo, quizás lo ha visto en
una excursión o simplemente ha visto un episodio en televisión del 'Pajaro
loco'.
La casa es la relación con el mundo
exterior, con su entorno social. Si el niño cierra las ventanas y puertas de
esa vivienda a cal y canto es porque es una persona "cerrada", si las
abre, refleja un carácter "sociable y deja entrar a todo el mundo".
Un pequeño por ejemplo que recuadra los
dibujos, con cielo, tierra, árboles a los lados y se retrata flanqueado de sus
padres está proclamando a los cuatro vientos "su necesidad de
sentirse protegido", explica Ferrerós.
Señales de alerta
No obstante, sí hay ciertos "síntomas
de alarma" claros como el "predominio de un dibujo desestructurado,
con unas líneas que ocupan todo el espacio". También que el "negro y
el rojo" sean los colores claramente dominantes (signo de impulsividad e
incluso de agresividad).
Si se detecta un conflicto no se debe
hablar directamente con el niño porque se estaría aflorando un sentimiento que
él trata de reprimir.
Si a menudo pinta la figura humana triste o
con dientes, pelos en punta, manos abiertas (esto significa que percibe la
figura como hostil). Si lo que su hijo ha dibujado suele tener un tamaño
excesivamente pequeño es porque el niño se siente muy inseguro o deprimido. También debe
prestar especial atención al hecho de que repita los mismos elementos una
y otra vez sin variación. "Que un niño de siete u ocho años dibuje figuras
que son como clones, sin rasgos femeninos o masculinos, puede ser indicativo de
algún problema cognitivo de maduración", explica Banús. El dibujo refleja
que ha memorizado una figura humana y ya no tienen más recursos.
¿Y cómo deben actuar los padres cuando
detectan algún indicio de que el niño está atravesando algún conflicto emocional?
Por ejemplo, el niño que se 'olvida' de dibujar a su hermano en un dibujo sobre
la familia por celos. Ferrerós explica que no hay que preguntarle al niño por
el tema que le hace sufrir.
"Si se lo dices directamente estás
aflorando aquel conflicto que él está tratando de reprimir. Hay que intentar de
cambiar alguna actitud -para ayudarle a superar los celos y otra situación
conflictiva- o ir a un psicólogo para que te dé estrategias, pero si se lo
haces consciente le harás sentir mal porque él sabe que tienen que dibujar a su
hermano. No se soluciona el problema sino que se agrava".
A continuación le mostramos con algo más de
detalle cómo expresan los niños sus emociones sobre el papel pero siempre que
surjan dudas sobre la conducta o el bienestar del niño es aconsejable consultar
con un experto.
Agresividad, desobediencia: Dientes muy destacados. Brazos largos con manos cerradas. Garras en lugar de dedos. Marcada asimetría de las extremidades. Dibujo de números, letras, signos u objetos repetidos siguiendo una progresión ascendente en su tamaño.
Agresividad, desobediencia: Dientes muy destacados. Brazos largos con manos cerradas. Garras en lugar de dedos. Marcada asimetría de las extremidades. Dibujo de números, letras, signos u objetos repetidos siguiendo una progresión ascendente en su tamaño.
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Ansiedad, temor: el niño puede dibujarse
dentro de un espacio cerrado (una casa, un coche...) a modo de refugio. Las
caras que dibuja son muy poco expresivas. Si el temor es hacia alguna persona
en concreto, la representará con brazos cortos o sin ellos. La presencia de
ansiedad puede reflejarse también en el sombreado de la cara (parcial o total).
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Motivación para el aprendizaje y la escuela.
Los dibujos están centrados, ocupan buena parte del papel, son proporcionados y
ricos en detalles. El niño que se siente motivado dibuja rostros sonrientes,
con grandes ojos y muy expresivos. Los brazos se encuentran abiertos y las
piernas bien definidas.
Egocentrismo. Las cabezas son enormes y si
se trata de un dibujo de familia o de varias personas, el niño se dibuja
primero y sobresale por encima del resto.
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Comportamientos y pensamientos obsesivos.
El niño recurre prácticamente siempre al mismo tema o colores en sus dibujos.
Si se equivoca o cree que no le ha quedado bien siente mucha ansiedad. Borra
con frecuencia.
Perseverancia. Figuras bien contorneadas.
Riqueza de detalles. Los personajes aparecen con el rostro expresivo y con
todos los elementos. Cabello bien definido. Si se utiliza el color se ha
rellenado gran parte del dibujo. Trazo pausado poco impulsivo. Buena atención.
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Déficit de atención e impulsividad. Dibujo
desorganizado, poco definido y sin detalles. Los objetos que aparecen son
irreales o muy distorsionados. El niño tenderá a dibujar sólo elementos de su
interés y tenderá a ocupar todo el espacio del papel con pocas formas mal
dispuestas. Cuando coinciden déficit de atención e impulsividad el dibujo pasa
a ser más una descarga tensional que una actividad placentera.
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Lateralidad cruzada. Se manifesta por la
presencia de figuras, letras o números en forma invertida (como reflejadas en
espejo) y el trazo del dibujo es irregular con formas distorsionadas.
Autocontrol. Simetría en el dibujo. Formas
onduladas, bien proporcionadas. Si el dibujo está coloreado no se traspasan los
límites del contorno.
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Autoestima . Un niño con un buen
concepto de sí mismo, organiza bien el espacio del que dispone en su folio para
dibujar, las personas que dibuja son grandes y tienen los brazos y las manos
abiertas. Su expresión es positiva. Problemas de relación social o con sus
iguales. Cuando un niño está sufriendo alguna situación de conflicto suele
dibujar los brazos pegados al cuerpo, con expresión neutra o triste. El tamaño
de la figura depende de cómo la afronta. Si lo vive como una agresión a la que
debe plantar cara la dibujará grande, si se siente indefenso, con temores o
incapaz de superar el problema, dibujará la figura pequeña.
Discapacidad mental El rasgo
fundamental del dibujo es la pobreza. Dependiendo del nivel cognitivo el niño,
éste puede efectuar el dibujo de una figura humana pero será incapaz de
introducir variaciones significativas para distinguir, por ejemplo, un hombre
de una mujer. Asimetría en las extremidades y/o poca integración de las partes.
Algunas
pruebas sobre el papel para saber cómo se sienten los niños
Un árbol que esconde grandes secretos
Propóngale a su hijo dibujar una casa, un
árbol, una figura humana y una familia
Estas pruebas se deben interpretar en su
conjunto, no individualmente
Si descubre algún síntoma de conflicto o
sufrimiento consulte con un psicólogo
El dibujo es para el niño un juego y para
los padres, un pequeño manual de ayuda para conocer mejor a su hijo y entender
sus emociones si se sientan a observar ese proceso creativo con detenimiento. A
partir de los cinco y seis años, los colores que eligen, los personajes o
elementos que dibujan y cómo los dibujan, la presión que ejercen e incluso las
omisiones que realizan dan pistas (no certezas) de cómo es su mundo interior.
No obstante, hay que interpretar esa
información con cierta cautela. "La presencia de determinados
elementos puede deberse a circunstancias temporales vividas por el niño y
no a rasgos permanentes de su temperamento o personalidad", advierte Sergi
Banús Llort, psicólogo clínico infantil, en cuya página webPsicodiagnosis.es ofrece
con detalle información para interpretar lo que nos cuentan los dibujos.
Así que con cierta prudencia antes de hacer
conclusiones -que en caso de que le causen preocupación deben ser siempre
confirmados por un psicólogo-, siéntese a lado de su hijo y propóngale que
dibuje una casa, un árbol y una figura humana.
Éste es el test HTP -cuyo nombre se extrae
de las siglas inglesas House, Tree, Person, de J.N. Buck- que suelen utilizar
los psicólogos como herramienta diagnóstica frente a posibles problemas de
conducta o conflictos emocionales y que también puede orientar a los padres
para saber qué piensa o siente su hijo. Estas pruebas, que se deben interpretar
en su conjunto, se pueden completar con un dibujo sobre la familia. Le
mostramos algunas claves para descifrar los secretos emocionales que esconden
esas pinturas.
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EL ÁRBOL
Es uno de los elementos que dibujan
habitualmente los niños y en él reflejan de manera inconsciente sus ganas de
vivir, su impulso vital.
El tronco representa la
percepción que tienen de sí mismos y también su grado de seguridad o confianza
para afrontar los retos del mundo externo. Los troncos débiles, estrechos,
irregulares, bajos o deformes muestran un carácter débil, influenciable, que
afronta con temor un mundo externo que es asumido como hostil. Por tanto, el
tronco débil puede ser un indicador de problemas emocionales.
Los niños con graves problemas afectivos
suelen dibujar un agujero en el tronco, como si quisieran representar el vacío
en su propio 'yo', según ha concluido este psicólogo catalán tras su larga
experiencia con niños bajo custodia de la Generalitat de Cataluña, que sufren
grandes carencias afectivas tras haber sido abandonados por sus padres, vivir
en un entorno desestructurado o ser víctimas de maltrato.
Como si de los brazos del pequeño se
tratara, las ramas reflejan las relaciones del pequeño con el mundo
exterior y sus aspiraciones. Según su forma nos describirán a una persona que
se adapta al exterior, se comunica eficazmente con los otros (ramas hacia
arriba) o, por el contrario, adopta una posición de retraimiento y defensa de
su propio ego ante las amenazas externas (ramas hacia abajo).
En algunos dibujos las ramas pueden ser
sustituidas por la copa y en otros aparecen conjuntamente. Una copa
pequeña en relación al árbol, por ejemplo, muestra introversión y miedo al
exterior mientras que una grande (no desmedida), que estamos ante un niño
extravertido, imaginativo y que tiene interés en relacionarse con el mundo
exterior. Las hojas reflejan su energía y optimismo.
Las raíces, la necesidad de seguridad
que siente o su grado de adaptación a la vida cotidiana. Un árbol con muchas
raíces se asocia a un fuerte apego positivo del niño con su madre y/o familia.
Es decir, se han establecido unos buenos cimientos para desarrollar una
personalidad afectivamente sana. Cuando las raíces son desproporcionadas
respecto al tronco pueden ser síntomas de una búsqueda angustiosa de la
estabilidad emocional y también de curiosidad por lo oculto. Si el niño omite
este elemento a partir de ocho o nueve años puede ser que se sienta inseguro en
el terreno emocional (especialmente si tampoco se ha pintado el suelo).
Del árbol
Sería patológico que el niño dibujara las raíces del árbol como si toda la tierra fuera transparente, no es lo mismo si dibuja los comienzos de la raíces donde el árbol se empieza a integrar en el suelo.
El nudo en el árbol representa un trauma en la vida y su localización sobre el mismo determina el momento exacto en el que se ha producido el trauma empezando a contar desde la base del árbol de cero años hacia arriba.
Como el árbol representa a la persona, especialmente al padre, si se dibuja con un animal sobre el mismo quiere decir que el niño vive en un ambiente en el que lo están manipulando, en el que lo están controlando, alguien lo está manejando y no es libre, también está relacionado con sentimientos de culpa, como el árbol es el niño mismo, no tiene sentido que aparezca un intruso.
Los detalles en un dibujo indican inteligencia, pero puede ser un indicador obsesivo, que se repite con insistencia.
Un dibujo de un niño que ha sufrido abusos, dice que es la hierba en un paisaje.
LA CASA
Dibujando una casa los niños proyectan
sobre el papel su forma de vida, sus relaciones personales y los vínculos
afectivos que le unen a su familia. Se le tiene que pedir al niño que dibuje
una casa cualquiera, como se le ocurra y si lo desea después puede colorearla.
La eliminación de algún elemento esencial (puerta, ventanas, techo, chimenea y
camino) revela algún problema.
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Por ejemplo, si la casa que dibuja su hijo
es grande o tiene jardín es porque es para él un símbolo de alegría y bienestar
y posiblemente él tenga un carácter extravertido y afectuoso. Estos niños
también suelen dibujar las puertas y ventanas abiertas.
Sin embargo, si es pequeña, nos encontramos
ante un pequeño introvertido y con necesidad de autoprotección contra el mundo
externo y dificultad en las relaciones con sus iguales. Una idea que será
reforzada por el hecho, por ejemplo, de que dibuje una valla o que no tenga
puertas o ventanas o que éstas sean muy pequeñas o que estén cerradas [esto
último hay que tomarlo con cautela porque para pintarlas abiertas se requiere
una gran habilidad y es habitual que se dibujen cerradas].
Si la casa que usted le ha sugerido que
dibuje se convierte sobre el folio en un castillo puede ser porque su
hijo tiene una gran imaginación pero también que esté demostrando un carácter
fuerte con ansia de poder. Si se encuentra con una casa baja o en la lejanía
puede que esté exteriorizando cierto malestar o angustia.
Si el niño dibuja una casa sin ventana
puede tener la sensación de que no puede afrontar la realidad externa y
que se siente de alguna manera aprisionado en su ambiente familiar por
carencias afectivas o una educación muy estricta o sobreprotectora.
Si a la vivienda se puede llegar a través
de un camino lineal hacia abajo es porque un carácter abierto y que sabe
escuchar a los demás, aceptando sus sugerencias y los consejos de personas
mayores. Si es ondulado preferirá buscar soluciones propias antes que se las
impongan. Uno con dos o más direcciones descubre a un niño comunicativo pero a
la vez más prudente, con cierta incapacidad para elegir debido a posibles
temores por defraudar a sus seres queridos. La aparición de piedras puede estar
relacionado con la existencia de ciertos obstáculos o problemas.
FIGURA HUMANA
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Pídale al niño que dibuje una persona de
cuerpo entero y ella nos 'revelará' mucha información sobre el estado emocional
del pequeño.
Si los brazos de su personaje son cortos o
pegados al cuerpo puede reflejar ciertas dificultades para abrirse al
exterior y los largos suelen predominar en niños manifiestamente
agresivos. Éstos también dibujan a su ser con manos de gigante y dientes. Las
piernas pegadas se asocian al miedo del niño a sufrir abusos sexuales y suelen
estar presentes en los dibujos de niñas que han sido víctimas de ellos.
Las omisiones también nos dan
pistas relevantes. Un niño tímido tiende a dejar a su personaje sin nariz y
otro que se sienta inseguro o angustiado 'olvidará' la boca debido a su
incapacidad para comunicarse con los demás. La falta de cuerpo se da con
frecuencia en niños con necesidades educativas especiales, problemas de
aprendizaje o lesionados cerebrales. Si lo que falta en el dibujo son los
brazos o piernas [esto último es muy llamativo al estar presente ya desde la
etapa preescolar] puede deberse a un sentimiento de ansiedad o culpa. Si el
personaje que asoma en el papel es bizco, su hijo puede estar sintiendo cierta
hostilidad hacia los demás.
Con un dibujo proporcionado de las orejas
se está mostrando interés por aprender aunque si son excesivamente grandes el
niño expresa una baja autoestima y la posibilidad de un bajo rendimiento
escolar.
Si el niño pinta a su personaje con un
cabello largo y alborotado demuestra una necesidad de libertad, de escapar de
la rutina mientras que el 'pelo pincho' refleja cierta agresividad. La barba y
los bigotes suelen aparecer en niños cuyos padres la tienen.
Bocetos humanos
Aunque entre estos pequeños creadores siempre habrá alguno que brille o que tarde un poco más en adquirir estas habilidades, con unos 18 meses ya hacen sus primeras incursiones al mundo del arte, con divertidos garabatos que suelen asemejarse a un 'ovillo' de lana. Dibuja líneas inconexas y también líneas verticales.
A los dos años, comienzan a observarse sobre el papel los primeros "intentos de representar objetos del mundo real aunque el nivel de maduración no permite todavía la definición de las formas", según detalla en su web psicodiagnosis.es el psicólogo Clínico infantil Sergi Banús Llort. Comienzan a experimentar con colores y ya se puede distinguir algún rasgo de su temperamento. Y con seis meses más ya son capaces de dibujar círculos y combinarlos con líneas horizontales y verticales.
Con tres años, las formas se perfilan y podemos reconocer el primer esbozo de la figura humana, en
realidad humanoides de enormes cabezas y piernas y algunos objetos que asocia el niño con su vida diaria, el autobús, coche, casa...
A los cuatro años, ese humano cabezón con piernas 'muta' hacia un ser humano, con ojos enormes, tronco y brazos, más cercano a la realidad...aunque también es habitual (y normal) que en ocasiones, los pies terminen debajo de la barbilla. En los niños más detallistas, sus personajes tienen ya incluso algo de pelo. También son capaces de dibujar formas más complejas como el cuadrado.
Cinco años. Los niños conocen ya perfectamente su propio cuerpo y son capaces de trasladar ese esquema a un folio en blanco. El personaje ya puede mirar (hay ojos) y hablar o comer (aparece la boca) aunque no siempre es capaz de escuchar y respirar porque pueden tardar un poco más en dibujar las orejas y la nariz . La 'alopecia' también está superada y todos presumen de cabello. Y hay un rasgo de esta etapa que destaca sobre todo: los niños de esta edad, con una gran capacidad de observación, pueden dibujar varias figuras de forma diferenciada: más grande, más pequeño, con pelo, sin pelo, alegre, triste...
El ya está "dibujo está consolidado" y aparecen en él escenas que pueden corresponder o no a su vida real pero que transmite con toda su intensidad su mundo interior: cada elemento que utiliza y cómo lo utiliza da una clave en función de lo que representa para él. El pequeño habla de su dibujo con naturalidad, como si fuera un juego, y preguntarle por lo que ha querido reflejar en él puede servir de gran ayuda para saber cómo se siente o cómo piensa.
FAMILIA
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Se le ha de pedir al niño que dibuje 'una'
familia [no su familia] para que represente en el papel de forma inconsciente
la idea que tiene de su entorno cercano, los sentimientos que le produce y si
existe algún conflicto (celos, inseguridad, necesidad de protección....). Es
uno de los dibujos que esconden una mayor simbología y hay que observar a quién
dibuja (o a quién no), en qué orden, dónde y cómo representa a cada miembro y a
sí mismo.
El tamaño de cada uno refleja el
valor que le otorga en la familia. En general, los personajes más grandes son
los que representan a las figuras más importantes para ellos, pero si tiene un
tamaño desmedido es sentida por el niño como opresora.
Generalmente, el personaje pintado en primer
lugar y casi siempre con una gran sonrisa es el de la persona por la que
el niño siente mayor admiración, se identifica más y tiene mayor vínculo
afectivo. Cuando alguno de ellos es dibujado alejado del grupo o directamente
lo omite puede significar que el pequeño desea alejarlo de él (suele ocurrir en
el caso de que sienta celos de un hermano y por eso no lo incluye en el retrato
de familia). Si se pinta a él mismo separado del grupo (o directamente, no
aparece) puede estar atravesando por una situación de conflicto en el seno
familiar y se dibuja en primer lugar quizás esté transmitiendo cierto
egocentrismo, necesidad a ser tenido en cuenta o miedo a la separación.
La distancia entre el dibujo del
propio niño y los diferentes personajes nos dará una idea de la distancia
afectiva entre ellos. Una familia que se dibuja con sus personajes agrupados
suele mostrar una familia unida con buenos vínculos de comunicación. Si se
muestran dispersos en el papel es síntoma de distancia afectiva y poca
comunicación.
Estas claves para interpretar los dibujos
infantiles no responden a una ciencia exacta y menos aún tratándose de niños,
que están en continuo desarrollo. Así que no se alarme si su hijo un día
puntual le dibuja con garras y no piense directamente que le ve como un
monstruo, quizás simplemente se debe a que ha visto una película que le
impactó.
Todos los detalles que se expresan en este artículo sobre los dibujos de los niños, están basados en notas e ideas de libros y documentales. Deben ser tomados en consideración con discreta reserva, ya que representan estudios cuya constatación de validez no se puede verificar con absoluta certeza.
El dibujo de la familia
Hay que decirle al niño que dibuje la familia, no su familia, aunque el resultado suele ser el mismo, pero si hay algún conflicto con la familia, al decirle que dibuje su familia, el niño se va a encontrar condicionado.
Un niño al que se le acaban de separar los padres, hace un dibujo expresando mucha ansiedad, una casa que se ha caído al fondo, unas líneas del camino entrecortadas, discontinuas, las sombras que indican ansiedad, el niño se dirige a otra especie de casa que no tiene ni puerta, y a la figura que lo representa le faltan extremidades.
De la casa, sería un caso patológico que la viéramos por dentro, como si fuera transparente.
Muchos niños que hacen este tipo de dibujo desarrollan alguna esquizofrenia. Recíprocamente también muchos que tienen esquizofrenia, suelen dibujar así, aunque para corroborar esto deben verse más indicadores ya que algún indicador aislado no es representativo de nada.
Una chimenea grande en una casa tiene connotaciones de tipo sexual.
Si en una casa sale algo de humo por la chimenea puede mostrar un ambiente cálido de la casa, pero si sale mucho humo, el dibujo está representando algo que se está quemando dentro de la casa, es un conflicto dentro de la familia, un problema del ámbito familiar.
Casas cerradas, sin ventanas o con ventanas muy pequeñas es un indicador de vergüenza, de que el niño no quiere mostrar lo que hay dentro.
Paredes transparentes es propio del niño esquizofrénico.
Casas largas significan que el niño está viviendo un proceso intelectual importante. Muchas ventanas significa que le gusta ser observada en todo lo que realiza.
El techo alto habla de inteligencia y la chimenea grande habla de calidez en la figura materna.
El humo a la izquierda en la chimenea habla de recuerdos en el pasado que le puede suponer algún tipo de conflicto.
La chimenea sin humo habla de falta de comunicación en el seno familiar.
La chimenea sin humo habla de falta de comunicación en el seno familiar.
Respecto a la ubicación de los elementos en un dibujo tenemos que es un niño realista el que dibuja los elementos en la parte inferior, si los dibuja en la parte superior sería un soñador.
Agresividad en los dibujos: cuando los niños dibujan uñas, dientes, cordones de los zapatos, pelos puntiagudos, cuando los trazos son fuertes e incluso llegan a rajar el papel, todos estos son indicadores de ansiedad o agresividad, angustia, asimismo cuando tacha los dibujos, cuando utiliza colores negros o pardos, cuando utiliza elementos muy agresivos como un árbol muerto sin frutos, o cuando dibuja una casa abandonada significa que se siente abandonado, cuando al dibujar su familia no se dibuja quiere decir que se siente fuera la familia o bien cuando excluye a alguien de la familia quiere decir que tiene un problema concreto con esa parte de la familia.
Cuando no dibuja la boca de un personaje quiere decir que no se comunica con él, si no dibuja las manos es que no tiene contacto físico, que no se siente querido, si el dibujo es muy grande quiere decir que tiene una excesiva presencia que anula todo lo demás, mientras que si el dibujo es muy pequeño quiere decir que el niño tiene una baja autoestima.
Entre los 15 y 17 meses el niño empieza hacer los primeros garabatos, que son una forma de comunicarse, así proyecta sus sentimientos. Lo que tiene más reprimido e inconsciente lo simboliza con los dibujos.
Si el niño pudiendo coger varios colores utiliza siempre el mismo color y más bien los tonos monocromáticos y los neutros grises o marrones, esto quiere decir que el niño tiene una fuerte inhibición, seguramente tendrá pesadillas.
Los celos vienen representados por líneas muy finas en el dibujo, suele representar los elementos en el borde inferior izquierdo del dibujo, son una regresión al estado infantil, probable porque el niño puede haber tenido hace poco un nuevo hermanito por el que siente celos, es por lo que hacen dibujos pequeños y quieren volver a ser pequeños.
Dibujos grandes y colores vivos es extroversión e impulsividad, puede ser un indicativo de que los niños son hiperactivos.
A través de los dibujos de los niños podemos saber cómo se ven y cómo nos ven a nosotros, cómo se sienten dentro de la familia y qué es lo que piensan de su alrededor.
En múltiples ocasiones el dibujo del niño expresa sus sentimientos y las reacciones, es principalmente la mejor forma de comunicación con los adultos. La primera influencia que recibe el niño corresponde a la familia y de ésta surgen las primeras sensaciones y emociones. Le afectan más tarde la escuela, los migos, la sociedad y todo lo que le rodea, pero especialmente aquel entorno más cercano como es la familia.
Someter al niño a un simple dibujo es una forma de obtener una información muy valiosa acerca de los trastornos que puede presentar, tanto a nivel afectivo como intelectual. El niño suele aceptar con interés la prueba que le proponemos, suele realizarse a partir de los cinco años y es muy reveladora entre los seis y los 10 años.
Podemos empezar solicitando al niño que nos dibuje una familia, de una forma prudente y para que no se sienta condicionado con nuestra presencia, haremos como que estamos metidos en nuestras actividades mientras observamos solapadamente el orden en que dibuja los personajes, el tiempo que emplea para cada uno de los elementos de la escena, el detalle que pone en cada una de las figuras, si en algún momento se detiene en alguno de los personajes y en qué zona, tomamos nota además de sí está haciendo el dibujo con interés y con un estado de ánimo alegre o triste, malhumorado, etc. Una vez que ha terminado el dibujo le pediremos que nos explique la situación de cada personaje, le preguntaremos quiénes son los personajes, le preguntaremos además que es lo que están haciendo y adónde van, nos integraremos en los sentimientos de los personajes que dibuja con preguntas del tipo: ¿quién está más alegre la familia? ¿Quién es el que se porta mejor? ¿Quién está más enfadado? ¿Cuál de ellos están más triste? Se pueden plantear muchas más cuestiones según el análisis que se quiera hacer de la prueba.
Intentamos saber a quiénes de la familia ha dibujado, seguramente será su propia familia, si es hijo de separados dibujara la parte de la familia con la que está en ese momento. Cuando le pedimos que dibuje una familia y dibuja su propia familia incluyéndose a él, es esperable que se identifique como uno de los personajes o bien con algún otro miembro más valorado por él.
Detalles para evaluar los dibujos:
Si el trazado es muy fuerte, si aprieta dibujar mucho con el lápiz indica mucho ímpetu y audacia, mientras que si dibuja de una forma muy suave ello supone timidez e inhibición. Cuando el dibujo se extiende sobre el papel cubriéndolo al máximo o extendiendo todos sus detalles nos está indicando extroversión. Cuando ocurre la parte superior del dibujo nos está hablando de cuestiones relacionadas con la imaginación mientras que el inferior busca la objetividad, la representación de lo que realmente es. El niño que separa en los dibujos los objetos por la parte superior o que aparecen volando, es más imaginativo.
El sector correspondiente a la izquierda del papel es del pasado, es un niño que se está deteniendo en cuestiones del pasado mientras que los que dibujan hacia la derecha se están dirigiendo hacia un futuro, a su porvenir.
Las zonas blancas son prohibidas, zonas que pueden venir dadas por el propio niño o por su exterior.
Hay que observar si el dibujo empieza a construirlo de izquierda a derecha siguiendo una forma natural, mientras que si lo hace de derecha a izquierda es que está haciendo un movimiento regresivo, va hacia atrás.
En el dibujo primero valora y representa el personaje principal y es el que suele destacar por su mayor tamaño y más detalle, al que se le ha agregan varios elementos, incluso los demás personajes se pueden dirigir hacia él ya que es el centro.
El niño suele suprimir en el dibujo aquello que le causa angustia y por tanto lo representa de una forma más pequeña, si es un personaje lo coloca en el último lugar, con menos realismo, con menos detalles.
Cuando no se representa en la familia está hablando de una autoestima muy baja mientras que si elimina partes del cuerpo nos está hablando de algún trauma o patología en el niño. En algunas ocasiones desvaloriza los personajes tachándolos, esto lo hace cuando le provocan angustia. Si el personaje está distante de los demás nos habla de una relación distante, de una falta de comunicación manifiesta. Ocurre todo lo contrario cuando los personajes están muy cerca o abrazados lo que demuestra la cohesión entre ellos.
Cuando el niño dibuja animales salvajes está proyectando su agresividad mediante estos dibujos, es el animal el que se muestra agresivo por lo que él no se siente culpable por ello.
A veces los dibujos del niño sirven para pedirnos ayuda mostrándonos los problemas que no saben expresar.
Cuando un niño se excluye del núcleo familiar nos está informando de que no se encuentra bien consigo mismo, que es tímido e inseguro, este detalle también nos lo puede mostrar con una fragilidad en el trazado. Que el niño dibuje a su hermano del mismo tamaño que los padres significa que lo valora especialmente, el hecho de que dibuje a los padres y a su hermana y no se muestre en el dibujo a él mismo significa que se quiere identificar con su hermana.
Normalmente los dibujos de niños de seis años se inician siguiendo un orden natural por edad, a veces alteran ese orden cuando se dibujan a sí mismos, su posición exacta indica el valor dentro de la familia.
Cuando el dibujo es muy rico en detalles con líneas variables en curvas y movimiento, nos demuestra que el niño tiene gran capacidad de expansión, si se dibuja en el centro de la familia está diciendo que tiene una posición central en la familia, que todo gira en torno a él.
A veces los dibujos de los niños son muy esquemáticos e inmaduros para la edad que tienen, bien porque tienen pocos detalles o por qué la desproporción es manifiesta. A veces se ha hablado de un deterioro cognitivo en este tipo de dibujos pero nada hay más incierto, el dibujo es una capacidad innata que algunas personas poseen en mayor medida que otras y aunque se puede desarrollar hasta cierto punto la técnica y mediante la práctica aprender a hacer mejores dibujos, las capacidades previas son fundamentales a la hora de hacer un dibujo de calidad.
Cuando el niño le faltan los padres buscan en otras personas sus sustitutos, representándolos en el dibujo como si fueran los mismos padres, Si en un dibujo un niño elimina a los padres y los realiza de derecha a izquierda nos está hablando de problemas de comunicación y de regresión, el hecho de que no dibuje a los padres es para borrar de alguna forma los conflictos y discusiones que se generan cuando se comunica con ellos.
Un niño que dibuja un paisaje desolado pero con muchos elementos que le ayudan a reponerse como pueden ser nubes, lluvia, sol, es una muestra de la angustia que tiene respecto a la continuidad del núcleo familiar, es una situación inestable y frágil donde todo puede romperse, por ello él pone los medios para que todo eso se pueda arreglar y lo simboliza mediante un paisaje en el que pone elementos para su cuidado y para que prospere de una forma favorable, el niño muestra una situación inestable que conviene arreglar.
Cuando un niño dibuja a la madre o al padre entre los hermanos está mostrando el punto de apoyo de los mismos.
Cuando un niño de padres separados muestra a toda la familia como si estuvieran todos unidos, lo que está haciendo es intentar apartar la angustia que le supuso el divorcio de sus padres, está negando su infelicidad al mostrarnos algo que no es cierto, la familia unida y cogidos de la mano. Es una forma de mostrar lo que él desearía pero es una negación de lo que es realmente.
Por regla general en los dibujos se analiza una casa, el árbol, la figura humana y la familia.
Interesa especialmente también los dibujos de tipo libre, en los que al niño se le dan los elementos para dibujar y se les emplaza a que comiencen un dibujo sin decirles lo que deben dibujar.
Interpretación de los dibujos: indicadores de riesgo
El niño hace trazos para representar lo que le da miedo, aquello que le cuesta aceptar.
La aparición del lenguaje coincide con la aparición del acto gráfico.
óculo-manual. La psicomotricidad todavía no está desarrollada y el niño pinta con el cuerpo. El dibujar es una necesidad primaria, como el juego, ambas forman parte del proceso de simbolización y el niño dibuja porque siente la necesidad de transmitir algo y de conocer algo nuevo, es como un juego para él.
En los dibujos aparecen una parte consciente y otra parte inconsciente, cuando dibujamos nos proyectamos en las representaciones. La parte consciente es la que responde a nuestra voluntad de dibujar algo. En el dibujo infantil la voluntad no existe, es algo espontáneo, por lo que la representación es casi en su totalidad inconsciente. Si el niño es un poco más mayor, representa algunos objetos a voluntad, mientras que si es muy pequeño, prácticamente la totalidad de los elementos que representa son inconscientes y lo que hacen es reflejar conflictos, problemas, dificultades.
Si aparece un indicador de riesgo en un dibujo, se sigue repitiendo en los siguientes dibujos hasta que ese conflicto se resuelve.
El niño representa en el dibujo el momento evolutivo, el estadio en el que se encuentra.
A partir de los 12 años el dibujo ya no evoluciona desde un punto de vista evolutivo. Esto quiere decir que el análisis de tipo evolutivo se hará igual de un niño de 12 como de 16 años.
A los cinco años se espera que un niño sea capaz de dibujar unos indicadores, la cabeza con la boca y los ojos del cuerpo y las extremidades, junto con la ropa.
En los años siguientes empieza a incorporar nuevos elementos como las articulaciones y el perfil de las figuras, así como los elementos de dos dimensiones de la figura.
A los cinco años los ítems esperados son los antes indicados, sino aparecen quiere decir que hay un retraso evolutivo en el niño.
El dibujo es una expresión del niño que habla del mundo que vive, de cómo se ve, cómo ve las cosas, cómo se relaciona con ellas, sus miedos, su relación con la familia.
Aunque los niños no son conscientes de esto, si el niño se le pregunta qué es lo que quiere decir lo que está dibujando, él va a contestar otra cosa, ya que lo que está representando son proyecciones inconscientes.
En el adulto influye la voluntad y la estética a la hora de hacer un dibujo, con una personalidad formada el adulto hace sus dibujos condicionado por cantidad de factores, esto está en oposición con los dibujos de los niños ya que éstos pese a estar en constante evolución están más liberados de todos los condicionamientos que promueven La aparición deciertos detalles en los dibujos.
A los niños se les debe dar los folios en diagonal, para que lo coloquen como quieran:
Si lo coloca en horizontal el niño va a contar una historia, es como el relato de un video, una animación en la que se representa una escena. Si escoge el formato horizontal, quiere decir que tiene mucha necesidad de comunicar algo.
En vertical es como una foto instantánea, más objetiva.
El árbol y el dibujo de la persona suelen ir en vertical, los demás temas en horizontal.
El instrumento más adecuado para dibujar es el lápiz número 2H (para saber si aprieta el lápiz sobre el papel).
La sombra en los dibujos es representativa de conflictos, de ansiedad, por lo que intentaremos eliminar técnicas que faciliten la ejecución de sombras ya que si tiene una técnica apropiada para utilizar sombras puede ser no representativo de nada.
Los colores también los pueden utilizar como sombras por lo que es mejor que trabajen en un solo tono con el lápiz.
Evitar interrupciones a la hora de realizar los dibujos, ya que distraer la atención de los niños puede interrumpir el proceso y alterar sus representaciones. Una distracción mientras está dibujando, puede mostrar signos de ansiedad, ya que le ha aparecido algo en mente, algo le incomoda o inquieta, lo mismo si borra parte del dibujo.
El formato usual de los dibujos es entre 10 y 20 centímetros,
Al final le preguntaremos que es lo que ha representado sin que nosotros nombremos nada, por ejemplo si se ve que es una mujer, no le preguntaremos ¿quién es esta mujer? sino que le preguntaremos ¿que has hecho?
Entre uno y medio y dos años el niño adquiere el lenguaje y la representación de forma simbólica, que es cuando aparecen los primeros garabatos.
A los dos años el niño es capaz de hacer líneas verticales
A los tres años los niños dibujan la circunferencia, y son capaces de hacerla perfectamente cerrada.
A los cuatro años aparece el cuadrado y representa ya perfectamente una figura humana. A los cinco años el niño ya tiene la capacidad de representar cualquier objeto. A los cinco años representa el triángulo. A los seis años representa el rombo.
Los dibujos de las líneas
Una línea continua es firme, recta y con una presión media, sin la marca del surco por detrás del papel, es la línea óptima.
Las líneas frágiles son expresión de inseguridad, mientras que si son fuertes son agresividad o indicador de psicopatología.
Un niño que sufren maltrato y pasa a una familia de acogida, los personajes de su familia adoptan una forma de máquina o monstruo.
Un padre bien dibujado y con muchos detalles y además si el niño se dibuja al lado de él, quiere decir que tiene buena relación con él.
El sol simboliza la afectividad.
Consignas
El dibujo libre simboliza las cosas importantes para el niño en el momento en que lo dibuja, el árbol y la persona hablan del niño y son su representación mientras que la casa y el paisaje hablan de la familia.
Test de la figura humana
Le diremos dibuja una persona y dibujará una persona de su mismo sexo, porque lo usual es que el niño dibuje el sexo con el que se identifica.
Aunque el niño tenga dos o tres años, la persona figura humana debe aparecer con cabeza cuerpo y extremidades. La falta de cuerpo es un rasgo sicótico
Las transparencias, por ejemplo ver detrás de la ropa, es otro rasgo psicopatológico. La ausencia del cuerpo o de partes del mismo es una psicopatología que podría explicar muchos traumas.
Las figuras muy pequeña indican un concepto de sí mismo muy frágil, de inseguridad.
Las piernas sirven para desplazarnos y buscar nuestros objetivos, su ausencia en el dibujo representa sus deficiencias para encontrar sus objetivos.
Brazos pegados al cuerpo se interpretan como una rigidez que muestra cierto tipo de agarrotamiento o incapacidad.
Unas manos grandes pueden indicar que pegan, que roban, o que tocan.
Las piernas cerradas pueden ser un temor de tipo sexual, o también miedos hormonales.
Los dientes muestran rabia, Las sombras simbolizan ansiedad,
Una línea horizontal negra indica tensión.
Si no hay cuerpo o brazos por ejemplo solo hay piernas, es índice de psicopatología.
Si está a la izquierda del dibujo quiere decir que el niño es introvertido, ojos reducidos quiere decir que la tensión se está dispersando. Si el color se está bien concentrado en el dibujo quiere decir que los impulsos se están deteniendo, los brazos abiertos de la figura indican extroversión, brazos cortos o piernas cortas determinan inseguridad y conflictos para relacionarse. Los ojos mirando de reojo habla de una posible tendencia a la paranoia o bien conflictos del pasado que todavía le afectan.
Si en un dibujo libre hace una bandera, este detalle simboliza a la madre en el subconsciente, si se dibuja a sí mismo con los brazos largos es que está necesitado de afectividad, brazos y piernas muy delgados significa inseguridad, que no se siente estable.
La transparencia indica enfermedad psicosomática y el color rosa en las figuras quiere decir que la niña está buscando su feminidad, los picos o ángulos en el dibujo de un niño en los ropajes hablan de una agresividad contenida, una ausencia de nariz en la figura indica que hay algún conflicto seguramente con sus amigas. Los brazos muy largos quiere decir que el niño es confiado.
En el dibujo libre si aparece una casa junto a ella, quiere decir que es importante para ella, no obstante si está fuera de la casa entonces quiere decir que se entiende desplazada.
Si la figura está centrada en el papel quiere decir que el niño está pensando en el aquí y el ahora, el pelo cubriendo los ojos habla de agresividad, de un niño rebelde. Si los ojos están vacíos sin pupilas, quiere decir que el niño ha visto cosas que no quiere mencionar, no tiene boca que significa retraimiento, inseguridad o miedo, cara inexpresiva habla de sentimientos de culpa, brazos cortos y pegados al cuerpo quiere decir que le cuesta trabajo mantener una actitud sociable.
La figura de la casa representa la madre y el árbol al padre en el subconsciente. El hoyo en un árbol significa un vacío emocional que habla de un posible maltrato en el niño.
El niño está lejos de la casa quiere decir que se encuentra lejos de la madre.
El niño tiene brazos abiertos y piernas abiertas lo que quiere decir que es extrovertido.
Un niño sin pies es un niño inseguro.
Dibujos equilibrados con armonía de colores y tamaño es propio de un entorno afectivo correcto.
trazado es muy fuerte
|
ímpetu y audacia
|
suave
|
timidez e inhibición
|
el dibujo se extiende sobre el papel
|
extroversión
|
la parte superior del dibujo
|
imaginación
|
inferior
|
la objetividad
|
separa en los dibujos los objetos
por la parte superior
|
imaginativo
|
aparecen volando
|
imaginativo
|
dibujan hacia izquierda del
papel
|
pasado
|
dibujan hacia la derecha
|
dirigiendo hacia un futuro
|
zonas blancas
|
prohibidas
|
de izquierda a derecha
|
forma natural
|
de derecha a izquierda
|
movimiento regresivo
|
mayor tamaño y más detalle
|
el personaje principal
|
más pequeña
|
aquello que le causa angustia
|
no se representa en la familia
|
autoestima muy baja
|
elimina partes del cuerpo
|
trauma o patología
|
desvaloriza los personajes tachándolos
|
le provocan angustia
|
personaje está distante de los demás
|
relación distante
|
personajes están muy cerca
|
cohesión entre ellos
|
dibuja animales salvajes
|
proyectando su agresividad
|
es el animal el que se muestra agresivo
|
no se siente culpable por ello
|
se excluye del núcleo familiar
|
no se encuentra bien consigo mismo
|
fragilidad en el trazado
|
no se encuentra bien consigo mismo
|
hermano del mismo tamaño que los
padres
|
lo valora especialmente
|
Muestra padres y hermana y no se muestra en el
dibujo a él mismo
|
se quiere identificar con su hermana
|
orden natural por edad
|
alteran ese orden cuando se dibujan a sí
mismos indica el valor dentro de la familia
|
rico en detalles
|
capacidad de expansión
|
se dibuja en el centro de la familia
|
posición central en la familia
|
muy esquemáticos
|
inmaduros o no
|
elimina a los padres y los realiza de derecha a
izquierda
|
problemas de comunicación y de regresión
|
no dibuje a los padres
|
borrar los conflictos y discusiones
|
paisaje desolado pero con muchos elementos
|
situación inestable y frágil donde todo puede
romperse
|
niño de padres separados muestra a toda la
familia como si estuvieran todos unidos
|
intenta apartar la angustia que le supuso el divorcio
de sus padres
|
totalidad de los elementos
|
reflejan conflictos, problemas,
dificultades
|
indicador de riesgo
|
sigue repitiendo en los siguientes dibujos hasta
que ese conflicto se resuelve
|
elementos
|
representado por proyecciones inconscientes
|
horizontal
|
va a contar una historia
|
formato horizontal
|
necesidad de comunicar algo
|
vertical
|
más objetiva
|
La sombra
|
representativa de conflictos, de ansiedad,
|
líneas frágiles
|
inseguridad
|
líneas fuertes
|
agresividad o indicador de psicopatología
|
forma de máquina o monstruo
|
familia de acogida
|
padre bien dibujado y con muchos detalles
|
buena relación
|
se dibuja al lado del padre
|
buena relación
|
sol
|
afectividad
|
el árbol y la persona
|
niño
|
la casa y el paisaje
|
familia
|
falta de cuerpo
|
rasgo sicótico
|
transparencias
|
rasgo psicopatológico
|
ausencia del cuerpo o de partes del
mismo
|
traumas
|
figuras muy pequeña
|
inseguridad
|
Sin piernas
|
deficiencias para encontrar sus objetivos
|
Brazos pegados al cuerpo
|
incapacidad
|
manos grandes
|
que pegan, que roban, o que tocan
|
piernas cerradas
|
temor de tipo sexual, o también miedos hormonales
|
dientes
|
rabia
|
línea horizontal negra
|
tensión
|
Si está a la izquierda del dibujo
|
introvertido
|
brazos abiertos
|
extroversión
|
brazos cortos
|
determinan inseguridad y conflictos para
relacionarse
|
ojos mirando de reojo
|
paranoia o bien conflictos del pasado
|
bandera
|
simboliza a la madre
|
se dibuja a sí mismo con los brazos largos
|
está necesitado de afectividad
|
brazos y piernas muy delgados
|
inseguridad
|
color rosa
|
buscando su feminidad
|
los picos o ángulos en el dibujo
|
agresividad contenida
|
ausencia de nariz
|
conflicto con sus amigas
|
brazos muy largos
|
confiado
|
fuera de la casa
|
se entiende desplazada
|
una casa junto a ella,
|
importante para ella
|
centrada en el papel
|
pensando en el aquí y el ahora
|
pelo cubriendo los ojos
|
habla de agresividad
|
ojos están vacíos sin pupilas
|
ha visto cosas que no quiere mencionar
|
no tiene boca
|
retraimiento, inseguridad o miedo
|
cara inexpresiva
|
culpa
|
brazos cortos y pegados al cuerpo
|
insociable
|
la casa
|
la madre/ la familia
|
árbol
|
al padre/ el yo
|
hoyo en un árbol
|
vacío emocional maltrato en el niño
|
lejos de la casa
|
lejos de la madre
|
brazos abiertos y piernas abiertas
|
extrovertido
|
sin pies
|
inseguro
|
raíces del árbol como si toda la tierra fuera
transparente
|
patológico
|
nudo de un árbol
|
trauma
|
Localización nudo sobre el árbol
|
momento exacto en el que se ha producido el
trauma
|
árbol con un animal
|
sentimientos de culpa
|
detalles con insistencia
|
obsesivo
|
dice que es la hierba en un paisaje
|
ha sufrido abusos
|
la familia
|
suele ser el mismo
|
casa que no tiene ni puerta,
|
Padres separados
|
líneas del camino entrecortadas, discontinuas,
sombras
|
Padres separados
|
casa vemos por dentro
|
patológico
|
chimenea grande
|
Connotaciones de tipo sexual.
|
humo por la chimenea
|
ambiente cálido de la casa
|
sale mucho humo
|
se está quemando dentro de la casa conflicto
|
Casas cerradas, sin ventanas o con ventanas muy
pequeñas
|
vergüenza
|
Casas largas
|
viviendo un proceso intelectual
|
Muchas ventanas
|
le gusta ser observado
|
techo alto
|
inteligencia
|
chimenea grande
|
calidez en la figura materna
|
El humo a la izquierda
|
conflicto
|
chimenea sin humo
|
falta de comunicación en el seno familiar
|
parte inferior
|
realista
|
parte superior
|
soñador
|
uñas, dientes, cordones de los zapatos, pelos
puntiagudos, los trazos son fuertes e incluso llegan a rajar el papel
|
ansiedad o agresividad, angustia
|
colores negros o pardos
|
Angustia
|
árbol muerto sin frutos
|
Angustia
|
casa abandonada
|
angustia
|
al dibujar su familia no se dibuja
|
se siente fuera la familia
|
excluye a alguien de la familia
|
problema concreto con esa parte de la familia
|
utiliza siempre el mismo color y más bien los
tonos monocromáticos y los neutros grises o marrones
|
inhibición, seguramente tendrá pesadillas
|
líneas muy finas en el dibujo
|
celos
|
elementos en el borde inferior izquierdo
|
regresión al estado infantil,
|
dibujos pequeños
|
quiere volver a ser pequeño
|
Dibujos grandes y colores vivos
|
extroversión e impulsividad, hiperactivos
|
Dibujos equilibrados con armonía de colores y
tamaño
|
entorno afectivo correcto
|
árbol muerto con hojas ca con hojas en el suelo
|
tristeza
|
El árbol
|
Simbolista el yo, las emociones, la personalidad
|
A los cinco años
|
Con raíces y detalles
|
Siete años
|
Proporciona realistas
|
Posición ocupa todo el papel
|
Niño extrovertido, entusiasta, absorbente
|
Posición superior del árbol
|
Mucha imaginación, idealismo, soñador, le gustan las humanidades, la
literatura y la filosofía
|
El árbol en mitad del papel
|
Quiere sentirse en el centro de la atención de los demás
|
El árbol en la parte baja del papel con un hueco encima
|
Frecuente en niños
pequeños.
Si es adolescente, tiene demasiado apego y necesidad de protección.
|
Las raíces del árbol
|
Son la fertilidad, el yo, la protección y el amor maternal, la emoción
|
Raíces respecto al tronco
|
El lazo entre la madre y el hijo
|
Tronco del árbol
|
El yo, la percepción de uno mismo, la sensación de seguridad en el niño
|
Tronco débil, Delgado
|
Debilidad en el niño, necesidad de protección
|
Tronco grueso
|
Personalidad bien estructurada, confianza en sí mismo
|
Tronco bien dibujado
|
Fuerza física
|
follaje
|
Simboliza la protección del niño hacia el exterior, la apertura respecto
a la comunicación, adaptación, solidaridad y amor.
|
Tronco imponente
|
Niño egocéntrico
|
Ramas del árbol
|
Los demás
|
Árbol pequeño
|
Timidez, introversión
|
Árbol grande
|
Entusiasta, extrovertido
|
abeto
|
Nostálgico, apegado a la familia, tradicional, supone alegría, intimidad
y reunión con seres queridos. Afectuoso seguro y sereno
|
Ciprés
|
Niño reflexivo y poco hablador, le gusta la poesía y tiene sentido
estético
|
Sauce llorón
|
Rechaza el anonimato, elegancia innata y necesidad de recogimiento en
momentos de tristeza.
Le gusta el mundo del diseño gráfico y de la fotografía
|
Árbol con frutos
|
Abundancia y productividad, riqueza de sentimientos y de hacer felices a
los demás, extrovertido, entusiasta, líder, creativo
|
Frutos del árbol suspendidos del follaje
|
Melancólico, débil confianza en sí mismo
|
Flores, hongos, hierba, el caracol
|
Son adornos que significa la imaginación, la sensibilidad y la dulzura,
así como el principio de un desarrollo sexual. Armonía con la naturaleza.
|
Ramas pequeñas
|
Sexualidad que se está desarrollando
|
Flores mariposas y arco iris en el paisaje
|
Típico de mujeres, románticas y susceptibles de llorar con facilidad.
Ternura y necesidad de buscar
|
Hojas que caen
|
Sensibilidad e impulsividad, melancolía sin gran capacidad de resistencia
ante frustraciones. Timidez y necesidad de aprobación de los demás
|
Hojas dibujadas una a una sobre las ramas
|
Privacidad, generosidad y deseo de alta actividad.
|
Árbol con un nido
|
Necesidad de protección y recogimiento
Estrecho lazo con la madre
|
Árbol con muchas raíces
|
Gran apego del niño a la madre y a la familia. Estabilidad emocional
|
Árbol sin raíces
|
Figura maternal que apoya al niño pero que no lo nutre, pues el contacto
con la tierra es defectuoso
El niño está hambriento de amor y carece de seguridad en el plano
emocional
|
El sol
|
Figura paterna
|
La casa a los cinco años
|
Con numerosos elementos
|
Casa pequeña
|
Recogimiento, intimidad, introversión, timidez
|
Castillo
|
Carácter fuerte, necesita poder, gran imaginación e inventiva,
aventurero, generoso, manejable aunque se distrae con facilidad
|
Las puertas y ventanas cerradas
|
Dificultad para salir del refugio y para ser libre. Se sienten
prisioneros. Ahí exceso de protección
|
Casa en perspectiva
|
Inestabilidad emocional, sentimiento de inferioridad, ansiedad, falta de
confianza en sí mismo.
|
Casa grande hacia arriba
|
Juicio crítico, soñador, melancolía
|
Casa pequeña por debajo
|
Sentido de inferioridad y comportamiento rígido
|
Casa con techo plano o al uso
|
Sus padres son exigentes y puede reaccionar de forma agresiva, se ahoga
en la casa
|
Trastero en la guardería
|
Niño imaginativo pero con excesivas prohibiciones, por ello se refugia en
la guardería
|
Chimenea humeante
|
Relación familiar favorable, reunida en torno a la chimenea
|
Chimenea sin humo
|
Ausencia de comunicación
|
Antena de televisión
|
Extrema vigilancia en el niño, muy atento a los detalles
|
Puerta cerrada
|
timidez
|
Como instigador de la puerta visible
|
extrovertido
|
Cerraduras y cerrojos
|
Culpabilidad de tipo sexual, temor al contacto
|
Los puertas
|
Conflicto entre los padres
|
Ventanas abiertas
|
Espíritu curioso
|
Ventanas cerradas
|
Necesidad de protección
|
Casa sin ventanas a partir de los cinco años
|
niño muy protegido y frágil
|
Ventanas grandes
|
Carácter dominante
|
Ventanas adornadas con cortinas, macetas, etc.
|
Sensible, estético, tierno, temeroso
|
verja al lado de la casa
|
aislamiento
|
Casa rodeada de árboles
|
Protección, afecto y seguridad en el interior de su hogar
|
Casa dibujada en la lejanía
|
Alejamiento emocional con respecto a la familia. Requiere o demanda
atención
|
Presencia de un camino
|
Prolongación de la casa, salida del núcleo familiar hacia el mundo social
Vuelta al interior de la familia
|
Camino tortuoso
|
Niño exigente, rodea obstáculos,
Orgulloso, perspicaz, curioso, analítico
|
Camino lineal
|
Carácter abierto y sugerente
|
Camino que se bifurca
|
Niños abiertos y comunicativos que quieren ser amados y aceptados.
|
El camino se bifurca hacia la parte alta
|
Niños que temen ser juzgados y se inventan coartadas para evitar
confrontación. Perfeccionistas, introvertidos
|
Camino concluido de forma
brusca
|
Selectivo introvertido, atento y tenaz
|
Se dibuja asimismo en primer lugar
|
egocéntrico
|
Se dibuja en último lugar
|
Timidez, baja estima
|
Excluye a algún familiar
|
Lo rechaza por celos o miedo
|
Añade personajes
|
Se siente solo
|
Dimensiones reducidas de un personaje
|
Es un rival
|
Un personaje separado
|
Esto poco integrado la familia
|
Un personaje borrado
|
Intolerancia hacia ese personaje
|
Personaje muy grande
|
Figura dominante y puede que opresora
|
Personaje sin brazos o sin manos
|
Sexualidad mal asimilada, castigo al personaje
|
Exclusión de sí mismo en la familia
|
Autoestima muy baja
|
Representarse a sí mismo como un sexo distinto
|
Rechazo hacia su propio cuerpo, falta de aceptación de su propio papel
sexual
|
Negarse a dibujar a la familia
|
Existencia de algún conflicto importante, falta de diálogo
|
Dibujar una familia de animales en lugar de personajes humanos
|
Sentimiento débil de pertenencia. Sufrimiento e inhibición
|
Rechazo a colorear la familia
|
Apatía, frialdad, inhibición, educación severa o demasiado libre
|
Sombrero sobre la cabeza de uno
de los personajes
|
Opresión sobre el niño por reglas o exigencias de difícil cumplimiento
|
Un personaje tiene el brazo sobre el hombro del otro
|
Quiere retenerlo, le impide descubrir el mundo exterior
|
Familia dentro de un marco
|
El niño sufre una educación demasiado rígida
|
Dibuja a los familiares separados
|
Comunicación fragmentada
|
Dibujo un personaje con muchos botones
|
Le tiene afecto, es un símbolo de lazos sólidos, le da seguridad y paz
|
Líneas horizontales que cruzan el tronco del árbol
|
trauma
|
Líneas horizontales a ambos lados del tronco que representan el horizonte
del árbol
|
"
|
Color negro dominante
|
"
|
Garras en lugar de manos
|
agresividad
|
Dientes muy definidos
|
"
|
Sombras excesivas
|
"
|
Boca muy contorneada en color rojo intenso"
|
"
|
Silueta de perfil
|
"
|
Puños cerrados
|
"
|
Numerosos tachones
|
ansiedad
|
Trazo interrumpido
|
"
|
trazo ligero
|
"
|
Excesivo negro en uno o varios elementos
|
"
|
Ojos muy grandes
|
curiosidad
|
Orejas grandes
|
"
|
Ojos muy detallados
|
"
|
Mentón muy afilado o prominente
|
decisión
|
Trazo seguro y firme
|
"
|
Brazos abiertos
|
extroversión
|
Manos abiertas y resaltadas
|
"
|
Cabeza grande o gorda
|
exuberancia
|
Extremidades inferiores bien definidas
|
"
|
Riqueza en detalles
|
"
|
Cuerpo delgado
|
fragilidad
|
Presión irregular
|
"
|
Extremo puso en el claroscuro
|
"
|
Pies apenas sin definir
|
"
|
Sin pies
|
inseguridad
|
Pies mal dibujados
|
"
|
Trazado inseguro
|
"
|
Cuerpo fuerte
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autocontrol
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Cuerpo grande
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Personajes de dimensiones
medias
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Posición exacta en el papel
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Colores aplicados con seguridad y firmeza
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Silueta armónica
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Madurez emocional y afectiva
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Cuello existente, bien definido y estructurado
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Pestañas largas
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narcisismo
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Cabellos ondulados
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Cabellos arreglados
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Collares
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Colores vivos
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Vestidos vivos en su coloración
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Ornamentos varios en los detalles de los personajes
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Tachones
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Pobreza en la expresión y manifestación
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Torpes trazados
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Desproporcionalidad
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Elementos dibujados de forma descuidada
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Personajes de tamaño pequeño
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Miedo a crecer
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Utilización de un pequeño formato
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Tramas y sombreados dedicados
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Extremidades apenas esbozadas
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Pobre autoestima
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Personajes pequeños
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Muchos retoques y tachones
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Trazos inciertos
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Trazos continuos, lineales,
fuertes
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seguridad
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Personaje completo y bien definido
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Personaje bien diferenciado a nivel sexual
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Rostro tranquilo
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serenidad
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Dibujos armónicos
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Proporciones adecuadas
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Sin manos o manos escondidas
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Sexualidad inhibida
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Extremidades inferiores poco relevantes
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Vestidos sobrios sin ornamentos
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Dientes muy manifiestos
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Sexualidad precoz
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Nariz prominente o coloreada
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Lengua fuera
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Cabellos largos y bien arreglados
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Rostro rojo
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timidez
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Utilización de una parte pequeña del papel
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Personaje pequeño y en la parte baja de la hoja
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Abundancia en el color negro
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La parte del cuerpo objeto de complejo es pequeña, o mal dibujada
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traumas
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Follage extendido y con apariencia de perspectiva aérea
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adaptabilidad
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Tronco bien definido y proporcionado
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Trazo firme
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Colores vivos
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Frutos en las ramas de los árboles
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Línea horizontal que evoca al suelo
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Tronco muy grande del árbol
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ambición
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La línea del suelo es muy extensa
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Ramas gruesas y muy largas
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Tamaño pequeño en los árboles
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ansiedad
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Preocupación por la simetría
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Fruto sin dramas
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Colores pastel poco saturados
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Trazos débiles, interrumpidos
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Tachones frecuentes
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Aparición de un nido en el árbol
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Buena proporción en el tronco, las raíces y el follaje
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autonomía
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Trazos seguros
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Colores estéticos y armónicos
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Tronco largo y delgado
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cerrazón
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Copa del árbol sin dramas
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Copa del árbol fragmentado
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Ramas entrelazadas en el árbol
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Tachones
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Sin raíces
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Tronco muy grande
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Egocentrismo
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Tronco coloreado
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Excesiva presión en el trazo
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Árbol grande
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Extroversión y entusiasmo
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Trazos seguros y definidos
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Tramas extendidas a derecha e izquierda
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Raíces bien dibujadas
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Colores vivos y fuertes
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Copa muy grande en relación al tronco
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imaginación
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El árbol situado en la parte alta del papel
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Exceso de detalles: Flores, hongos, hierba, etc.
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Hojas que se caen o marchitas
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melancolía
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Tronco con estrías
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Colores tenues
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Tronco muy grande
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Narcisismo
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Raíces grandes y bien dibujadas
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Copa pequeña y contorno bien definido
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Copa más grande que el tronco
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pereza
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Trazos débiles
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Árbol dibujado la izquierda en la parte inferior
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Regresión
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Nido con pájaros
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Raíces extendidas o ausentes
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Tronco delgado y lineal
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Rigidez y autocontrol
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Poco espacio ocupado en el papel
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Formas muy estilizadas
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Trazos torpes
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Sin raíces
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Nudos en el tronco
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Sexualidad precoz
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Flores en el suelo
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Mariposas o pájaros posado sobre las ramas
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Utilización de rojos, amarillos y violetas
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Líneas horizontales que cruzan el tronco
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Traumas del pasado
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Definición clara del horizonte
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Color dominante negro
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Cómo interpretar los dibujos infantiles
Coloreando emociones
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No sólo los trazos del niño dibujan su
mundo interior, los colores que utilizan y cómo los combinan también pueden dar
una idea de cómo se siente, según explica el psicólogo infantil Sergi Banús Llort
con detenimiento en su web Psicodiagnosis.es. En general, los colores
pastel aplicados de forma ligera y uniforme se asocian a temperamentos más
tranquilos y emotivos y los colores fuertes y marcados se relacionan
con sentimientos intensos ya sean positivos (amor) o negativos (agresividad).
A partir de los siete años es importante
fijarse si el niño representa los elementos con su color real [una cara verde o
un sol morado a los cuatro no sólo no es preocupante sino que es bastante
habitual] y si no lo hace hay que pararse a reflexionar si trata de decir algo
con esa disgresión ( si es una forma de llamar la atención, desconectar del
entorno, trasgredir la norma...) o simplemente un ejercicio de creatividad.
AMARILLO:
Es el color de la energía, del dinamismo,
de la creatividad...siempre y cuando no predomine. Si en el dibujo libre que su
hijo trae normalmente del 'cole' destaca sobre todo el amarillo, préstele más
atención porque puede estar pasando por una etapa de tensión o de conflicto en
el entorno familiar. El amarillo es un color intermedio que inconscientemente
nos indica precaución, cautela, aunque también transición de una situación a
otra, según explica Banús .
AZUL:
Si
su hijo recurre al azul para hacer sus dibujos, posiblemente se trate de un niño
con capacidad de control sobre sí mismo e inteligencia emocional. Es un color
que transmite calma, sensibilidad y capacidad para reflexionar. Un exceso de
azul puede interpretarse como un indicio de enuresis y que algunos niños
representen así, inconscientemente, su problema de incontinencia nocturna.
MARRÓN:
Depende de la tonalidad tendrá un color
diferente (seriedad, persistencia, prudencia, intolerancia o incluso
agresividad). Aparece normalmente en el tronco de los árboles, que representa
el propio 'yo'. Un predominio de este color puede significar que el niño se
siente obligado a tener "los pies sobre la tierra" y que carga con
demasiada responsabilidad.
NEGRO:
Si
el niño recurre al lápiz negro para dibujar y en su obra de arte sobresale este
color por encima de los otros, posiblemente sea algo rebelde, emotivo o
sufridor. También puede indicar una personalidad melancólica, pudorosa o con la
necesidad de destacar sobre los demás. Un pequeño impulsivo o agresivo suele
combinar el negro con otro color fuerte como el rojo y sus trazos son
irregulares y angulosos.
ROJO:
Es
uno de los colores preferidos por los niños. Está asociado a la vitalidad, el
valor, la pasión y, en general, a todas las emociones humanas. Si el pequeño
'picasso' combina el rojo de forma equilibrada con otros colores demuestra una
personalidad equilibrada, pero si es el color dominante es una señal de
ambición, falta de autocontrol, gusto por el riesgo o incluso sexualidad
prematura (según la edad). Cuando va acompañado de trazos angulosos y poca
definición del dibujo, puede indicarnos hostilidad, transgresión de las normas
e incluso violencia.
ROSA:
Es el color de la utopía, del mundo
ideal, de príncipes y princesas, y se asocia a la sensibilidad, afectividad y a
la preferencia por las actividades tranquilas. Si su hijo de más de siete años
(varón) recurre en exceso al rosa puede estar tratando de desconectar de la
realidad.
VERDE:
Una
misma pradera puede transmitir sensaciones dispares: desde el sosiego y
sensibilidad del verde claro a la decisión y esperanza del verde fuerte.
Atentos si en los dibujos de sus hijos predomina este color o se recurre a él
para dibujar el agua o el cielo...porque puede indicar rebeldía
inconformidad, poca tolerancia a la frustración o desajuste emocional.
VIOLETA:
Es
el más espiritual de toda la gama de colores. Si el niño colorea con el
violenta muy a menudo puede estar reflejando un sentimiento de temor
relacionado con unos patrones educativos excesivamente rígidos e intolerantes.
Las
diferentes etapas en el proceso creativo
De los garabatos a los humanoides
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"El colorear parece una cosa arcaica
pero forma parte fundamental del aprendizaje porque el niño tiene que ceñirse a
unos espacios concretos y de esa manera potencia su motricidad fina",
explica el psicólogo Sergi Banús Llort. Ya da así los primeros pasos hacia lo
que posteriormente será la escritura.
Y en ese proceso creativo los padres pueden
acompañarle sin quedarse relegdos ameros espectadores. Al principio, tenemos
que dejarle que pinte libremente lo que quiera para que experimente, sin que
haya una excesiva intervención y luego, a medida que vaya creciendo el niño, se
le puede orientar algo más y que sea un trabajo más pautado. Y sobre todo,
subraya este experto catalán, que "estemos en una actitud positiva" y
que en lugar de observar simplemente, se sienten a su lado y pinten también. Él
aprenderá más a dibujar a través de su ejemplo.
Éstas son las distintas etapas, en función
de su edad, por las que atraviesa el niño hasta llegar a perfilar en un papel
formas que son reconocibles para un adulto.
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